NO QUEREMOS AGRESORES, ESTAMOS CON LES SUPERVIVIENTES – Comunicado 4N –
Este año, como el anterior y como muchas otras veces antes, hemos vuelto a salir a las calles de nuestros pueblos y ciudades para poner a los animales no humanos en el centro. Hoy visibilizamos la opresión que sufren y además demostramos a la sociedad que el movimiento por la liberación animal sigue activo a pesar de la represión y de la tesitura política.
Podemos percibir claramente como el movimiento por la liberación animal ha sufrido un retroceso tras el golpe represivo de 2011 en el que varias personas acabaron en prisión y muchas más imputadas. También sabemos que legislaciones como la ley mordaza nos han quitado las ganas de estar en las calles. Pero no sólo estos son los motivos de que nuestro movimiento no esté en su mejor momento. La gente deja de luchar. ¿Por qué? Seguro que a la mente de muchos se viene la palabra compromiso. Y sí, es algo de lo que debemos hablar muy detalladamente. Pero no nos referimos a esto. Muches dejan de luchar porque les resulta verdaderamente imposible hacerlo en un movimiento en el que las agresiones machistas están a la orden del día. Un movimiento en el que cuando intentamos visibilidad que nuestro compañero nos ha agredido lo que recibimos son puertas que se cierran y cuestionamiento en vez de apoyo y comprensión. Recibimos ataques y escarnio en vez de gente dispuesta a atender y entender. Recibimos medias tintas y posiciones neutrales en vez de posicionamientos férreos contra las agresiones que sufrimos. ¿Se puede ser neutral ante una agresión? La neutralidad no existe, sólo perpetúas la opresión o luchas contra ella. Estás del lado del privilegio o en la otra cara, menos hermosa, de la historia: con las supervivientes. Somos tantas quienes hemos dejado de militar porque no podemos convivir con nuestros agresores cuando se les sigue legitimando su presencia en los colectivos, asambleas, en el movimiento. Y nos da igual si el agresor en cuestión es cabeza visible de un colectivo, no nos importa si es alguien que hace mucho por los animales o si dedica su vida a la lucha. Nos da absolutamente igual. Le queremos fuera.
Cada testimonio, cada comunicado es una oportunidad para hacer de este movimiento tan importante un espacio un poco más seguro, un espacio más coherente políticamente y movimiento verdaderamente feminista y politizado contra cualquier forma de opresión y dominación. Debemos conseguir un movimiento lleno de activistas que se cuestionen con honestidad sus privilegios.
Es momento de tomar posicionamiento en esta cuestión tan importante que afecta a tantas compañeras y compañeres dentro de nuestro movimiento.
Nosotres hemos elegido,¿Dónde se posicionan ustedes?
NO QUEREMOS AGRESORES, ESTAMOS CON LES SUPERVIVIENTES.
Podemos percibir claramente como el movimiento por la liberación animal ha sufrido un retroceso tras el golpe represivo de 2011 en el que varias personas acabaron en prisión y muchas más imputadas. También sabemos que legislaciones como la ley mordaza nos han quitado las ganas de estar en las calles. Pero no sólo estos son los motivos de que nuestro movimiento no esté en su mejor momento. La gente deja de luchar. ¿Por qué? Seguro que a la mente de muchos se viene la palabra compromiso. Y sí, es algo de lo que debemos hablar muy detalladamente. Pero no nos referimos a esto. Muches dejan de luchar porque les resulta verdaderamente imposible hacerlo en un movimiento en el que las agresiones machistas están a la orden del día. Un movimiento en el que cuando intentamos visibilidad que nuestro compañero nos ha agredido lo que recibimos son puertas que se cierran y cuestionamiento en vez de apoyo y comprensión. Recibimos ataques y escarnio en vez de gente dispuesta a atender y entender. Recibimos medias tintas y posiciones neutrales en vez de posicionamientos férreos contra las agresiones que sufrimos. ¿Se puede ser neutral ante una agresión? La neutralidad no existe, sólo perpetúas la opresión o luchas contra ella. Estás del lado del privilegio o en la otra cara, menos hermosa, de la historia: con las supervivientes. Somos tantas quienes hemos dejado de militar porque no podemos convivir con nuestros agresores cuando se les sigue legitimando su presencia en los colectivos, asambleas, en el movimiento. Y nos da igual si el agresor en cuestión es cabeza visible de un colectivo, no nos importa si es alguien que hace mucho por los animales o si dedica su vida a la lucha. Nos da absolutamente igual. Le queremos fuera.
Cada testimonio, cada comunicado es una oportunidad para hacer de este movimiento tan importante un espacio un poco más seguro, un espacio más coherente políticamente y movimiento verdaderamente feminista y politizado contra cualquier forma de opresión y dominación. Debemos conseguir un movimiento lleno de activistas que se cuestionen con honestidad sus privilegios.
Es momento de tomar posicionamiento en esta cuestión tan importante que afecta a tantas compañeras y compañeres dentro de nuestro movimiento.
Nosotres hemos elegido,¿Dónde se posicionan ustedes?
NO QUEREMOS AGRESORES, ESTAMOS CON LES SUPERVIVIENTES.
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